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The politics of knowledge: Reclaiming the gender narrative across agri-food systems (Plenary at Cultivating Equality: Advancing Gender Research in Agriculture and Food Systems conference, October 2021)

The video is officially posted in the site of the conference and I re-post it here as I was a participant in this session

This plenary brought together three esteemed speakers to explore critical issues related to the politics of knowledge and nurturing plural visions for equitable agriculture and food systems. Andrea Cornwall, Professor of Global Development and Anthropology, School of Oriental and African Studies (SOAS), University of London, initiated the discussion with a presentation on ‘Decolonizing Gender and Development’. Amon Ashaba Mwiine, Lecturer in the School of Women and Gender Studies, Makerere University, then provided insights on ‘Plural feminisms, pathways & practices towards equitable food systems: visions for the future’. Finally, Tania Eulalia Martinez-Cruz, Postdoctoral Researcher, University of Greenwich, addressed the question ‘Whose food sovereignty? Encounters and discounters in transnational space: Reflections and lessons from Indigenous Peoples in Latin America’. The speakers then came together as a panel for a conversation with the audience. Moderator: Esha Shah, University Lecturer, Wageningen University.

“¿Qué tipo de migrante eres? Porque yo solo estoy de acuerdo con un tipo de migrantes…”

Ayer mientras corría en algún rincón de EUA encontré un enorme letrero que decía “Migrants are essential” (Los migrantes son esenciales). Tan pronto vi el letrero, comencé a conversar con un amigo cercano y pensaba en la migración, los tipos de migración, las causas, implicaciones, etcétera. Obviamente esto me hace pensar siempre en lo privilegiada que han sido mis últimas migraciones (más no las de niña porque eran diferentes), por ejemplo, ahora vivo en Londres por trabajo e idealismo y anteriormente he podido vivir en otros países por trabajo y/o estudios. Sin embargo, también me hace pensar en las migraciones que son forzadas, en busca de una mejor vida pero quizá no en las mejores condiciones. Esto también me llevó a pensar en una anécdota la primera vez que salí de México para vivir en Arizona, E.U.A.

En algún rincón del mundo…

En el 2010, Tania, aunque era muy joven aún, estaba ya muy cansada con el proceso de buscar y postular a becas a maestría, la aventura con Fulbright y otras organizaciones donde buscó financiamiento, había sido toda una travesía de resistencia, perseverancia y de disciplina. A estas altura, Tania estaba era muy feliz porque al final tenía un beca Fulbright para estudiar una maestría en un tema que le gustaba.

Finalmente, a inicios de mayo del 2010 le dijeron que era oficial, la Universidad de Arizona en Tucson, Arizona sería su nueva Alma Mater, iría a estudiar una maestría en Ingeniería Química y Ambiental. Tania estaba aún en Texcoco, trabajando para ahorrar lo más posible para los gastos que venían y ahora debía ir a Oaxaca a despedirse de mamá y la familia. ¡La aventura estaba por comenzar!

Había llegado el 3 de junio del 2010, el día en que la aventura comenzaría. Era mi primera subiéndome sola a un avión (solo había volado una vez antes en un viaje de estudio en grupo), llegué super temprano al aeropuerto de la ciudad de Oaxaca pensando que tendría que pasar una gran fila. Había mucha incertidumbre porque esta joven morenita y bajita fuera a Arizona porque dos días antes había entrado en vigor de la ley SB170 en Arizona que indicaba que podían detenerte por perfil racial. La preocupación de la gente era “Tania, eres muy morenita y bajita, claramente podrían detenerte, ¿Estas lista para los retos que implican?” Respondía que si, la verdad es que tenía miedo por todas las historias que veía en los medios, pero pensaba que estaría bien, no quedaba de otra, había que estar bien.

Después de 3 horas de espera en el aeropuerto, la hora de abordar el avión llegó, primero iría a Dallas llegó y de ahí haría una conexión a Tucson. Al sentarme en el avión, aunque iba vacío en un 70%, tenía como acompañante a un señor mayor, alto y de piel clara. Para esta narración, llamaré a este señor Michael. Michael se notaba inquieto, llamó a la auxiliar de vuelo y con mi limitado inglés ( o al menos eso infiero porque la verdad es que había pasado mis exámenes de inglés de dominio del idioma pero me aterraba hablar inglés y escucharlo, pues más o menos) entendí que le dijo – “Si el vuelo no se llena, ¿Podría reubicarme en otro asiento?”- Ella le respondió que sí podría cambiarse una vez que el vuelo estuviera en el aire.

Yo esperaba que él se cambiaría de asiento pronto pero solo veía que me observaba y se quedaba pensativo. Comenzamos a platicar o más bien, el comenzó el interrogatorio.

Michael – ¿A dónde vas muchacha, te ves muy joven, a dónde vas?-

Tania- A Tucson.

Michael- ¿A qué vas a Tucson?

Tania- Voy a la Universidad de Arizona.

Paul- ¿En serio? Qué bueno, yo soy profesor emérito de la una universidad en Arizona, trabajé en el Departamento de Antropología pero ahora vivo en la Costa Oaxaqueña con mi esposa, ella es Oaxaqueña. Me llamo Michael.

Tania- Ahh, que bueno. Mucho gusto, me llamo Tania.

Michael- ¿Y que vas a hacer en la Universidad? ¿Vas becada a la Universidad o cómo vas?

Tania- Sí, me gané una beca Fulbright y ellos pagarán por mis estudios. Voy a estudiar Ingeniería Química y Ambiental (Yo muy contenta por dentro y sonriendo).

Michael- Muy bien, esas son unas becas muy prestigiosas, seguro lo harás muy bien, muchas felicidades.

Tania- Gracias.

Michael- ¿Sabes? Al inicio quería cambiarme de asiento para ir más cómodo, pero cuando te ví, pensé que ¿Qué llevará a esta muchachita a EUA? Entonces pensé que sería más interesante quedarme a conversar contigo.

Yo pensando, seguramente ya encontró su objeto de estudio este señor y seguía como disturbada. El era entre amable pero también incrédulo, no sabía cómo leer su lenguaje corporal.

              Michael- ¿Eres de Oaxaca? ¿De qué parte de Oaxaca eres?

              Tania- Sí, soy de la sierra Mixe.

Michael- Muy bien, bueno, vamos a ver si no te quedas o te roban por allá.

              Tania- No, tengo un contrato que dice que debo volver a México al concluir mis estudios.

              Michael- Muy bien. ¿Sabes? Yo no estoy a favor de los migrantes, a mí no me gusta que vayan a mi país, me refiero a los ilegales, con migrantes como tu estoy bien porque aportan a mi país, con los otros no. Una de mis hijas vive cerca de Tucson, yo viajo cada año a visitarla, tomo un vuelo a Tucson, el mismo que tu tomarás, rento una camioneta y la voy a visitar. En el paso me encuentro a mucha gente cruzando el desierto ilegalmente, les doy un aventón, no los llevo con migración, los dejo en una iglesia al paso pero no estoy de acuerdo. Ahora con Obama y las ideas que tiene, tampoco estoy de acuerdo, mi hija y yo peleamos porque no coincidimos en nuestras posiciones en cuanto a migración pero ni modo que le hacemos.

Después de todo este episodio, yo no supe que más hacer, preferí quedarme en silencio y decir que quería descansar un rato.

Al aterrizar…

              Michael- Vamos, yo te guío en este aeropuerto que es enorme.

Caminamos por el aeropuerto hasta llegar a las filas de migración, una entrada era para residentes y ciudadanos y otra más para visitantes con VISA como yo. Michael se formó conmigo, le dije que no era necesario, me dijo que sí, que el tenía tiempo aún y quería asegurarse que me la gente me trataba bien en su país. La verdad, los sentimientos e ideas eran confusos, tenía una amabilidad hacia mí pero sus ideas eran algo que me dejaban mucho que pensar. Llegó el momento de pasar migración:

              Oficial- Pasaportes y visas por favor.

              Michael y Tania- Entregamos nuestros pasaportes.

              Michael- Quise acompañar a mi amiga para asegurarme que pasara bien aquí por migración.

              Oficial- Muy bien, justo le iba a decir que usted podría pasar por la otra fila pero está muy bien, aquí pueden pasar los dos. Todo en orden, adelante.

Seguimos caminando por un rato más hasta que llegamos a los trenes:

              Michael- Aquí nos separamos, yo voy a Chicago a visitar a otro hijo. Aquí tomas el tren X y te bajas en la puerta y. Ahí podrás tomar tu próximo vuelo a Tucson. Me dio mucho gusto conocerte y sé que te irá muy bien, mucho éxito. Te dejo mi tarjeta, si quieres algún día escribeme por correo, no uso e-mail o llamame.

              Tania- Gracias.

La verdad es que seguía confundida. Una parte de mí decía que debía reaccionar con los comentarios de ese viaje, una parte de mí sentía miedo a lo nuevo y desconocido, una parte de mí sentía que debía sentirme agradecida por su amabilidad hacia mí a pesar de esa tensión con las ideologías.

¿Tú has estado en alguna posición similar? ¿Qué has hecho? ¿Qué hacemos como migrantes en otros países? ¿Qué hacemos con las personas que migran en nuestros propios países y pueblos? ¿Cuál es nuestra postura?

Tania caminando en un parque Nacional en Tucson Arizona, en territorio Tohono.

Resisting in the mountains in Mexico: using territory and self-determination to resist COVID-19

By Tania Martinez, this piece was originally written for a series of reflections on access to food security on the face of COVID19 as part of the Collective on Agrarian Scholar-activists from the South (casas.org) and can be found at https://casasouth.org/resisting-in-the-mountains-using-territory-and-self-determination-to-resist-covid-19/

A Mixe woman on a Sunday market in Tamazulapam Mixe, Oaxaca,

Mexico is a diverse country and as such, each region is coping with COVID19 in different ways with the resources they have. Today, I will describe the coping mechanisms of my hometown, Tamazulapam Mixe, a little indigenous community located in the mountains of “Sierra Norte” in Oaxaca, Mexico. Many people know us as ‘the never conquered people’, who successfully resisted the colonisers when they came in the 1500s. We take pride in our maintained ‘sovereignty and autonomy’ connecting us to our territory and identity as Mixe or ‘Ayuuk’ people and which we have used to face many challenges like COVID19.

The first case of COVID19 in Mexico was registered on February 27th, 2020 (Gobierno de Mexico, 2020). The government called for a lockdown on March 20th to reduce the effects of the virus, though responses to the virus are taking longer in rural areas like my community for several different reasons. First, communication and information flow slowly in rural areas, due to poor accessibility and communication infrastructure. Second, most of the information generated about COVID is in Spanish and has only been partially translated into Mixe and other native languages, and at a slower rate, leading to confusion about the danger the virus poses. Since the disease is new to the world, my community, like many others, was not fully aware of the seriousness of it. Many people believed that the little hospital in my village, with the promises that they have been told about modern medicine, could protect them if they caught the disease. Recently, young people and NGOs have played key roles in making audio-visual materials available in native languages and creating awareness in our communities about the situation and lack of equipment to treat infected people along with local authorities. Third, for several communities like mine that are community-based organised and where collective activities are a key component of the social fabric, the idea of personal lockdowns as it has been perceived in most of the places does not fit the community and rather the lockdown operates on a community basis. A key component of my community is the cosmovision that places the importance of the communal celebrations of life. These celebrations cannot be easily stopped as they are core to our beliefs. Local authorities have cancelled community meetings and which occurred frequently until new notice, classes have been suspended and people have been invited to reduce their group gatherings as much as possible. In the face of all these challenges, the community decided to try to continue life as normal as possible with some preventive actions when possible and to use a community-based lockdown, preventing the entry of any person that is not from the Mixe region, especially people from the cities who might be a vector of infection. Thus, the sense of sovereignty and territory becomes a central feature in the fight to prevent the infection on a community rather than on an individual level.

Locally produced food by Mixe peasants

Another important component of the response to security in general. Research in Mexico suggests that at least 53% (Reyes, 2020) of jobs are informal, meaning that many people do not have access to basic social security. When the lockdown was announced, many of my people that have migrated to urban areas and live there most of the time, returned to my community because they feel safer in the community than in the cities where they can rely on shared responsibility for each other. This also links to the living costs that are lower in the community vs in the city and the sense of community and the sharing of resources for survival, i.e. you can rely on your family, friends, neighbours and community for food, house, care, among others. In response, some local authorities (CEPIADET, 2020) are asking urban migrants to think twice when moving back to our communities as they could bring the disease back with them. As in my community, in many territories of Oaxaca, Mexico, our right to self-determination, our self-governing structure, our community-based organisation and our rights on our territories are tools that we can use in the face of this pandemic. 

The community structure also provides food security, and our peasants are our heroes because they are feeding us throughout the emergency, while many other cities start to struggle to feed their people due to food access issues. Our local market on Sundays has reduced the working hours to reduce exposure. Since April 5th, our local authorities closed our markets to people coming from Oaxaca city and non-Mixe sellers to protect against the virus. And they could do this because only 10% of sellers in the market are non-Mixe and they do not sell basic products. Luckily, peasants from our community will supply our food demands with the local and seasonal cultivated crops using native seeds, traditional and sustainable techniques, and cultivated with water from our springs, rivers, and rainfall. We are lucky to be located in the mountains because our food sovereignty is partially the result of public policy and private markets looking down on the agricultural potential of our lands and therefore not wanting to invest in them to turn them into ‘productive lands’. Thus, we can get the food we need for the year without any external demand either. Additionally, most of the families in the community still crop small fields and this will also allow them to survive through the contingency. Peasants are now waiting for the start of the rainy season to start growing their milpa, an intercropping of native maize, potatoes, beans, pumpkins, and other veggies, and this will allow us to survive. Local authorities noticed that some local sellers were increasing prices on some products, e.g. tortillas, eggs, chicken, and they are visiting sellers to control the rise in prices and warning them of potential fines.

Up to May 1st there are no cases of COVID19 registered in the entire Mixe region. The response changes from one community to another in our region and my community has strengthened the restrictions to outsiders passing through my community to reach further communities that haven’t been as strict as us, and are redirecting that traffic using outside roads to further protect our people from possible interactions with the virus. Members of our communities in the Mixe region have also taken to social media shaming on Facebook when other communities are not taking serious action to protect their people. Thus, I would say we are acting as a set of organised communities that are taking care of the people living in the mountain because we are aware that if the disease hits one person, the contagion can easily spread. And with the collective power of the communities, I am confident we will find a way to face the disease as a community even if it enters. In the end, the idea of locking ourselves down as a community, rather than as individuals, has been a powerful weapon for centuries and it is only possible because we have rights on our ancestral land, strong ideas of ‘self-governing’ and our pride as “the never conquered people”.  

The story of Tamazulapam in the face of the pandemic makes me hopeful because we act as a collective who can protect ourselves using our control of our territories, and because we can feed ourselves with food produced locally and we see each other as a family who looks out for each other. However, this also makes me think of other indigenous peoples that have been expelled from their territories, that cannot enact that right to self-determination and sovereignty, that cannot even produce their food, or have a secure house. It makes me worry about the ones relying on informal jobs in urban areas which account for more than half of the job market, the ones with health problems and no health insurance at all, the elderly, immigrants and others that aren’t protected by strong communities. This pandemic is teaching us that we need to do things differently, to value the collective over the individual and to build inclusive societies that respect and protect everyone.

References

CEPIADET, 2020. “Official decrees from autonomous Mixe towns in Oaxaca, Mexico”. Information was retrieved from facebook official website. https://www.facebook.com/colmixe/photos/a.2618220981620909/2618925861550421/?type=3&theater

Gobierno de Mexico 2020. Report on Feb 27, 2020. Available at https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/537574/AvisoEpidemiol_gico_COVID19_27022020_FINAL.pdf

Reyes, Diego. 2020. “Las Pymes ante a llegad de la epidemia de COVID-19 a México”. Tec de Monterrey, State of Mexico.https://tec.mx/es/noticias/estado-de-mexico/emprendedores/las-pymes-ante-la-llegada-de-la-epidemia-de-covid-19-mexico

Bienvenid@ al blog de Tania Eulalia Martínez Cruz.

TANIA EULALIA 001

Bienvenid@ al blog de Tania Eulalia Martínez Cruz.

La página está en construcción pero por el momento puedes encontrar algunas cosas como:

  • Las historias que me gusta narrar o que otros amigos míos han escrito y me ha permitido compartir contigo. Si tu también quieres compartir alguna historia conmigo y quieres que la publiquemos, no seas tímido y escribeme para platicar. Este es un espacio abierto para compartir con mis amigos.
  • Algunas entrevistas que me han hecho en algunos medios (me disculpo de antemano por no poner todas, poco a poco las iré subiendo)
  • Información sobre algunas ONGs que son pro educación y juventud, en algún momento compartí algún espacio con ellas y por eso las menciono aquí.
  • Links a mis cuentas de redes sociales

Carta abierta a mis amigas y amigos

15895209_158789851273755_8935468255152030846_nQueridos amigas y amigos,

Hoy es un día frío en Holanda, nevó toda la noche y gran parte de la mañana.  Después de varios días sin sol, esta mañana por fin ha salido de nuevo y eso es algo que me hace inmensamente feliz pues me recuerda a nuestro México y sus días largos.

Aprovechando que nevó, decidí quedarme en casa a trabajar con una taza de té a mi lado y me tomé un espacio para responder algunos mensajes y escribir un poco. Como saben, en agosto del 2016 fui galardonada con el Premio Nacional de la Juventud en la categoría de Logro Académico. Agradezco sinceramente las notas periodísticas, los videos, los mensajes amistosos que disfruto tanto leer, las pocas pero enriquecedoras charlas a las que pude asistir para platicar con otros jóvenes en México, sinceramente me siento muy halagada.   Asimismo, como buena aprendiz de ciencias sociales, entiendo que muchas veces la información generada se presta a distintas interpretaciones o quizá simplemente a veces yo no he sido muy clara al expresar mis ideas, por lo que me disculpo de antemano. Los amigos que me conocen saben que soy una persona introvertida y que tener tanta atención, aunque me halaga, también me ha resultado complicado.  Los que son introvertidos como yo saben lo que es eso. Respeto y agradezco profundamente el trabajo de todos los que han escrito algo sobre mí refiriéndose a mi trabajo y, por otro lado, quiero precisar algunos asuntos:

  1. La Universidad Autónoma Chapingo (UACh), mi querida alma mater, ha sido desde su creación la casa de muchos como yo, originarios de comunidades rurales indígenas y no indígenas. Su esencia es apoyar al campo mexicano y hasta hoy cumple esa función a través de los profesionistas que forma. No soy la primera indígena que estudió becada en la UACh, ni tampoco la primera persona de mi pueblo que estudió ahí. Comencé la preparatoria en la UACh en el 2001 porque no había bachillerato en mi comunidad. Como todos los aspirantes, tuve que hacer un examen de admisión y después de pasarlo y de que me realizaran un estudio socioeconómico, me otorgaron una beca. Ésta es la historia de muchos compañeros, amigos, colegas y hermanos chapingueros, quienes con mucho esfuerzo construyeron y siguen construyendo sueños, muchos de ellos viniendo de contextos sociales muy retadores y que siempre fueron, son y seguirán siendo una fuente de inspiración para mí. Estoy segura de que hay muchos más jóvenes en otras universidades, en otras partes de la Republica con historias similares, para quienes no tengo más que respeto y admiración.
  2. El Programa de Becas Fulbright-García Robles fue un parteaguas en mi formación académica, me otorgó una beca para mis estudios de maestría en Ingeniería Agrícola y Biosistemas en Estados Unidos. Esta beca ha sido honestamente la que más trabajo me ha costado obtener, requirió mucha disciplina, constancia y ánimo para creer y hacer que fuera posible. Las bibliotecas públicas y mis amigos cercanos fueron un apoyo indispensable en el proceso de postularme y preparar los exámenes. De esta beca sí puedo decir que fui la primera becaria indígena. Pero más allá de ser la primera, la segunda o la última, lo que importa aquí es reflexionar que muchas veces no es por una cuestión de falta de talento que los jóvenes mexicanos no seguimos estudiando, para mí tiene que ver con el acceso a oportunidades y la existencia de condiciones que nos lo permitan. Los que han leído mi blog y escucharon el discurso que di al recibir el Premio en agosto pasado saben que aún en el año 2017 tenemos historias como la de mi abuela, mi madre o mi amiga Esperanza como ejemplo de mujeres talentosas pero que tuvieron o tendrán que enfrentar muchos retos para ejercer su derecho a educación. Yo he sido muy privilegiada al poder acceder a educación superior, lo que ha requerido mucha constancia y esfuerzo pero esperaría que muchos jóvenes más tuvieran las condiciones para contar historias similares. La pregunta que me inquieta es ¿qué estamos haciendo en México para fortalecer la educación y dar acceso a todos en medio de la inequidad social que impera no sólo en el medio rural sino también en las ciudades?
  3. Sobre mi servicio social en mi querida Tamazulápam, lo que hice fueron estudios topográficos para la proyección de una red de agua potable y drenaje en dos agencias En mi comunidad, la base de la organización es comunitaria. Lo que mis hermanos en Tamazulpam han construido para nosotros y nuestros niños ha sido de manera colectiva y eso es algo que admiro. Desafortunada o afortunadamente mi andar ha sido más académico y me ha llevado a vivir en otros lugares y por ello son pocas las oportunidades que he tenido de estar ahí.
  4. La agricultura y el maíz son temas centrales en mi investigación doctoral. La estoy haciendo gracias a los campesinos, agricultores, extensionistas agrícolas, científicos y otras personas que han abierto un espacio para mí, para aprender qué hacen, cómo lo hacen y por qué lo hacen. He pasado horas en carretera, en el campo, en sus casas, y me han abierto sus espacios personales y de trabajo. He trabajado tanto con agricultores de mediana escala con fines comerciales como con aquellos que como mi abuela y yo, vemos al maíz como parte de nuestra identidad, ese maíz que nos han heredado los abuelos y guardamos con recelo. Son ellos los que han llevado el maíz a otros lados, en todo caso en el futuro yo sólo espero ser una interlocutora. Hablando del campo, me gustaría que pensáramos ¿qué estamos haciendo por el campo mexicano, qué estamos haciendo con la migración rural, cómo vamos a hacer para que como jóvenes no abandonemos el campo?
  5. Sobre mis planes a futuro, aún no lo sé, por ahora estoy tratando de vivir el presente y sólo estoy enfocada en terminar el doctorado. A los compañeros que están en la tesis, ánimo, SÍ podemos.

Tal vez peco de vanidosa al decir que tengo una historia muy bonita.  No obstante, lo que quiero decir con estas precisiones es que no sólo la escribí yo, la escribí con mis abuelos y mis padres en la sierra, en los diferentes lugares en que he vivido, con la ayuda de mis amigos y la gente que me ha apoyado aun sin conocerme.  Estoy segura de que allá afuera hay muchas historias como la mía, historias de lucha como campesinas, mujeres, ingenieras, hijas, madres, esposas, académicas, etcétera. Los que nos hemos ido sabemos la nostalgia por la tierra y por los que queremos y hemos aprendido a vivir en otros lados con esa nostalgia. Me gustaría invitar a reflexionar sobre la existencia de las muchas Tanias que hay allá afuera, quizá Tanias con historias más motivadoras cuyas luchas son seguramente inconmensurables.  Quisiera que los que me siguen y me leen reflexionen sobre sus propios andares y que le echemos muchas ganas para construir algo lindo para nosotros y para nuestro país. Me gustaría que, aunque podamos tener muchos factores en contra cuando estamos haciendo algo, no nos desanimemos, que pensemos que podemos poner un granito de arena en otros y esperar que otros pongan un granito de arena en nosotros.

Mi aclaración ha sido un poco larga pero sentía la necesidad de expresar esto, es un ejercicio de honestidad que me debo y le debo a mis amigos (ustedes que me leen y siguen).

Un abrazo con mucho cariño,

Su amiga,

Tania

Hogar es donde está tu “ombliguito”

Hogar es donde está tu ombliguito

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Soy una romántica de mi tierra y mi pueblo. Aún tengo en la memoria los días vividos allá en las montañas, y muchas veces cuando me preguntan de dónde soy, tiendo a referir a mi pueblo en aquellos tiempos: sin calles “pavimentadas”, agua potable o drenaje, etcétera. Como yo, muchos jóvenes hemos buscando “nuestros sueños” fuera de casa, y ya estando fuera de casa “soñamos con volver a casa un día”. Así son las ironías de la vida…

Mi querida abuela, a quién recuerdo día con día, porque creo que por ella aprendí a vivir conmigo misma, a disfrutar el silencio, el amanecer, los atardeceres y la noche, y estar siempre en paz, siempre está en mi mente, y es a quién visito cada vez que puedo.

Una de mis hermanas, que me cuidó como una madre y siempre me protegió, recientemente “me ha hecho tía”. Creo que al inicio no entendía cómo es que pasa el tiempo. Lo último que recordaba de nosotras juntas era que nos “mecíamos en un sube y baja” cuando teníamos menos de 10 años. Hoy su vientre floreció y hay un nuevo miembro en la familia. Esta memoria vino a mi mente al ver una fotografía de Ian, mi guapo sobrino y sus pequeñas manos…

Mi abuela Eulalia me solía decir que cuando naces tu “ombliguito” debe ser enterrado en la tierra dónde has nacido, porque es a dónde debes volver alguna vez, y es a dónde perteneces realmente. Yo sé que para muchos puede sonar extraño o tonto, sobre todo en esta época que parece que todos pertenecen a todas partes y que nadie es de ningún sitio, pero para muchos de nosotros que como yo tienen una añoranza dolorosa por regresar a nuestra tierra sólo estamos esperando a volver a reconocernos con ellos (nuestros ombligos) en donde siempre hemos sido.

Eulalia me contó que un día soñó que alguien de la familia fallecía fuera del pueblo, y esa noticia le pareció desoladora. Pero más terrible aun fue saber que no podría volver a “donde su ombliguito”, y que no se cumpliría el ciclo de la vida. Eulalia, mi abuela, sentía el corazón pesado no sólo por la pérdida sino porque “no habría un cuerpo al que llorarle, llevarle flores, rezarle, o con quién platicar”. Pero sobre todo, porque no se reintegraría a la madre tierra como debería de ser, para cumplir su ciclo con el mundo, como nos enseñaron o lo hemos hecho por generaciones enteras en mi pueblo. Eulalia me preguntó si había visto a nuestro familiar, y le dije que sí, que estaba bien. Ella suspiró y sonrió: – Qué bueno que sólo fue un mal sueño.

Cuando vi las expresiones de Eulalia, y su llanto, comprendí a mi madre, su angustia por mí, estando lejos de la casa. Porque mi ombliguito fue enterrado en la tierra, mi pueblo, y porque así como pertenezco a este sitio, también ella me pertenece, y somos uno con mi padre y mis abuelos. Estando lejos siento mucha nostalgia. Salí siguiendo mis sueños, como muchos de mi generación han tenido que salir para buscar los suyos. Hay cosas que no se pueden remplazar. En mi memoria llevo día a día el fogón con una taza de café a donde me solía sentar con Eulalia a escuchar sus historias, o simplemente a disfrutar del silencio al pie de las llamas.